Norma Angélica Ladrón de Guevara González (Ciudad de México, 1937-Ciudad de México, 30 de diciembre de 1962) fue una actriz mexicana. Es recordada principalmente por su participación en la película Tlayucan (1962),[2] por la cual ganó de manera póstuma la Diosa de Plata a la Mejor Actuación Femenina en 1963.[3]
Biografía y carrera
Norma Angélica Ladrón de Guevara González nació en Ciudad de México en 1937, siendo hija de Alberto Sadrán de Guevara y María Teresa González.[1] Tuvo un hermano llamado Víctor. En 1957, comenzó su carrera artística como bailarina de centros nocturnos y teatros localizados en la ciudad.[2]
Un año después, en 1958, debutó como actriz en las películas Concurso de belleza,[4] El boxeador,[5] y La gran caída, en las tres con papeles secundarios.[6] Iniciando la década de los sesenta, siguió interpretando personajes de apoyo en cintas como Tin Tan y las modelos[7] y Chucho el Roto, ambas de 1960,[8] y en El fistol del diablo,[9] El padre Pistolas,[10] Mañana serán hombres,[11] Aventuras de Chucho el Roto,[12] Rumbo a Brasilia[13] y La captura de Chucho el Roto, las seis de 1961.[14]
Posteriormente, en 1962 logró estabilizar su carrera y obtuvo papeles importantes que le dieron reconocimiento, apareciendo en cintas como La noche del jueves,[15] Jóvenes y bellas,[16] La entrega de Chucho el Roto,[17] La rabia por dentro,[18] La muerte pasa lista,[19] Ruletero a toda marcha[20] y la más importante, Tlayucan la cual sería su filme con mayor éxito como actriz al ser nominado a un premio Óscar en la categoría a la mejor película internacional en la 35.ª edición de estos premios realizada el 8 de abril de 1963.[2][21] El premio sin embargo le fue otorgado a la cinta francesa titulada Les dimanches de Ville d'Avray (1962).[21] Su última película sería ...Qué hacer con mis hijos... también lanzada en 1962.[22]
Vida personal
Guevara fue intima amiga de la también actriz, Pina Pellicer, quien al igual que ella se suicidaría ingiriendo barbitúricos dos años después en 1964.[23]
Muerte
Con 25 años de edad, de Guevara se encontraba pasando por un descontrol emocional, que aunado a su extrema timidez, serían las razones por las que ni su madre María, ni su hermano Víctor, se percataron de los problemas mentales con los que estaba lidiando.[2] De acuerdo a su hermano, la noche del 28 de diciembre de 1962, la actriz «se mostró tan alegre y contenta como siempre», antes de comentarle que se bañaría.[23] Luego de que pasaran de treinta a cuarenta minutos después de que se encerrara en el baño, ambos, su mamá y su hermano, se preocuparon al tocar la puerta y no obtener respuesta de ella, por lo que decidieron forcejear la cerradura para poder abrir, y al hacerlo, de Guevara se hallaba inconsciente dentro de la tina de baño.[2] Junto a ella, descubrieron un frasco vacío cuya etiqueta mencionaba que contenía veinticinco pastillas de un barbitúrico llamado Ethobral, las cuales la artista había ingerido para provocarse una sobredosis de barbitúricos.[2] Intoxicada por dicho depresor, fue trasladada al Hospital de la Raza, ubicado en Azcapotzalco, Ciudad de México, donde fue internada y permaneció en coma durante dos días, hasta que el 30 de diciembre, falleció a causa de un paro cardiorrespiratorio.[1] Al día siguiente, el 31 de diciembre, su cuerpo fue enterrado en la parcela de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) del Panteón Jardín, ubicado en la misma ciudad.[1]
Legado
Póstumamente, en 1963, durante la primera entrega de los premios Diosas de Plata, la actriz ganó el premio a la «Mejor Actuación Femenina» por su participación en la película Tlayucan.[3][24]
Filmografía
Referencias
Enlaces externos
- Norma Angélica Ladrón de Guevara en Internet Movie Database (en inglés).



